1. No pierdas de vista tus objetivos iniciales
Es común que, durante el transcurso de una reforma, se realicen ajustes en comparación con la idea inicial. Esto es completamente normal, ya que es posible descubrir materiales que te gusten más o estilos que se adapten mejor a tu personalidad. Sin embargo, es esencial evitar cambios drásticos en las etapas avanzadas del proyecto que puedan afectar la estructura y los sistemas. Por lo tanto, es de gran importancia contar con una visión clara desde el principio de la reforma que planeas llevar a cabo y estar en sintonía con el equipo de profesionales encargados de su ejecución. Siguiendo este consejo, podrás evitar tensiones innecesarias y, posiblemente, ahorrar dinero en el proceso de reforma.

2. No te desvíes mucho del presupuesto
3. Siempre de la mano de profesionales
Es muy probable que tu proyecto de reforma, ya sea grande o pequeño, sencillo o complejo, tenga un resultado exitoso. No obstante, tus probabilidades de éxito aumentarán significativamente si cuentas con profesionales. Siempre es esencial colaborar con empresas o profesionales legalmente establecidos, utilizando contratos y recibos, lo que te permitirá tener opciones para resolver cualquier problema que pueda surgir.
Las recomendaciones de amigos y conocidos suelen ser la fuente más confiable para encontrar a personas de confianza para llevar a cabo tu proyecto. Si no tienes referencias personales, en la era de Internet, tienes la posibilidad de buscar opiniones y examinar fotografías de proyectos previos realizados por posibles contratistas. No dudes en solicitar todas las referencias que necesites para tomar una decisión segura.
4. Todo en regla
Existen obras que no requieren permisos para su ejecución, mientras que otras, especialmente si afectan a áreas compartidas, sí los necesitan. Por lo general, la regulación municipal establece los tipos de permisos que debes gestionar para llevar a cabo tu proyecto.
Es recomendable consultar este asunto con el profesional con el que planeas colaborar, ya que probablemente pueda brindarte orientación al respecto. Es posible que debas realizar una comunicación previa, solicitar una licencia de obra, o incluso que no se requiera ningún tipo de permiso, pero es prudente asegurarse en caso de cualquier eventualidad.
5. Asegura la paz vertical
Si bien quien lleva a cabo una reforma en su hogar es quien principalmente experimenta el ajetreo, es innegable que estas obras a menudo causan molestias a los vecinos. Por lo tanto, es prudente informar con antelación a los vecinos, ya sea a la comunidad en su conjunto o a aquellos que residen en las viviendas adyacentes.
También es recomendable establecer pautas claras con la empresa o los profesionales responsables de la reforma en relación con el comportamiento en las áreas comunes. Esto incluye cuestiones como el uso del ascensor, niveles de ruido y responsabilidades en cuanto a la limpieza. De esta manera, se reducen las posibilidades de conflictos con los demás vecinos.