6 Encontramos tiempo para trabajar, pero también para descansar y descubrir la satisfacción en los procesos tradicionales. La fuerza de la tierra y la calidez del sol son la inspiración para cocinar postres deliciosos con huevos caseros, hierbas aromáticas del jardín y fruta fresca del huerto. La historia y los rituales artesanales de tiempos lejanos se presentan como protagonistas para dar forma a piezas creadas con materiales naturales. La cerámica y la madera encuentran el equilibrio en líneas orgánicas llenas de movimiento y espontaneidad. El color tiene un papel emotivo dentro de la tendencia: apuesta por blancos rotos y ocres tranquilizadores que juegan con vitales amarillos y naranjas. Los días de verano en el campo nos devuelven a un estilo de vida más rural, más contemplativo y calmado, conectado con los ciclos de la naturaleza. Un verano en el cottage de Andrea
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